Deliver us from evil

Es un documental filmado el año pasado en USA dirigida por Amy Berg. Se trata de un cura pedófilo. El cura se llama Oliver O'Grady y de acuerdo al documental está libre, ya no es cura y vive en Irlanda (creepy); eso después de haber violado a más de 100 cabros chicos incluida una guagua de 9 meses.

El documental muestra a tres víctimas del cura y su lucha por superar el tema. Una de las escenas que más conmueven y que hacen sentir impotencia es acerca de una de ellas, no me acuerdo de su nombre pero era una mujer de 40 años, hija de un japonés y una irlandesa ultra católica. Cuando niña fue violada por O'Grady desde los 5 hasta los 12 años. Claramente ella todavía vivia afectada por estos hechos y en la escena llorando dice algo como: " Tengo 40 años, no me he podido casar porque mi papá odia la Iglesia Católica, no tengo hijos, obviamente el tema no está superado y esto no ha terminado".
Hay otra escena en que estuve a punto de llorar, en que el papá de esta niña se desahoga y explica cómo se siente traicionado por la Iglesia, se siente culpable por confiar y abrirle la puerta a su casa al tipo que abuso de su hija y peor; se siente culpable del por qué su hijita nunca le contó lo que le estaba pasando.

La Iglesia, pa variar, vale callampa. Cuando se enteraban de los abusos del cura, tapaban todo, convencian a los padres de las víctimas de que no presentaran cargos ante la justicia, que ellos resolverían todo, lo mandarían a otro lugar, muy lejos, sin niños cerca y con siquiatra incluido. Cuento corto: mandaron al cura a otro pueblo, a 100 km del anterior y con la misma pega que tenían antes, así que las violaciones continuaban, y eso como en 4 pueblos. El cura sí iba a terapia pero claramente se puede notar que no le sirvió de nada.

Hay muchas escenas de juicio de los curas superiores a éste que sabían de lo que estaba pasando y lo ocultaron. Entre ellos cardenales y obispos. Y una de las gueas ultra brigidas de estos curas cagados de la cabeza, era que cuando el cura se violaba niñas, era comprensible porque al final son mujeres; y eso se lo decían a sus padres, realmente justificaban sus actos, los toleraban y comprendían porque eran mujeres, porque sería distinto si tuviera tendencias homosexuales, porque eso si que lo llevaría al infierno. El cura ni siquiera discriminaba, si todas esas afirmaciones eran completamente ridículas, lejos lo más idiota de esta gente.