Se llama así porque el protagonista es un agente de la Stassi que vigila a un artista y su novia que es actriz. Como no tiene vida, vive la vida de los otros a través de los micrófonos que tiene instalados en la casa del escritor.
La trama se centra en la RDA o Alemania Oriental como a finales de los años 70 y principios de los 80. Para los ignorantes como yo, la Alemania Comunista. La película muestra que pasa con los artistas en la dictadura, de cómo tienen que hacer concesiones para poder subsistir en un medio en que la libertad es lo que se necesita para crear.
Notable es la escena en que el escritor descubre que su novia lo engaña con el Ministro de Cultura, ella no lo hace por gusto, el Ministro es un viejo asqueroso abusando de su poder. Cuando el escritor lo descubre se queda tranquilo sufriendo y luego de unos días la encara sin violencia, sólo explicándole el dolor que significaría para el perderla. Esto da pie para que el agente de la Stassi, empiece a encariñarse con la pareja, se involucre y comience a ayudarlos, pero ellos nunca saben que tienen un ángel de la guarda.
Al final de la película, ya el muro de Berlín había caído y la dictadura terminado, se desclasificaron los expedientes y el tipo va a revisar el suyo. Me llamo la atención puesto que a lo más dos años después de terminada la dictadura cualquier ciudadano tenía permitido revisar su expediente; cosa que acá en Chile no ocurre, después de 16 años y todavía no entregan toda la información.
El escritor y el agente nunca hablan cara a cara. Se respetan su espacio de una manera sobrecogedora.
lunes, 24 de septiembre de 2007
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